Jean-Marie Massaud
Tuve el placer de conocer a Eugenio Perazza en 1987.
Por aquel entonces yo era un estudiante y estaba haciendo unas prácticas con Marc Berthier, el diseñador que para mí sigue siendo la referencia en cuestiones de elegancia. En aquel momento Marc ya había creado iconos insuperables en el mundo del mobiliario con Magis: pienso en el programa Piaviva o en el sillón más bonito y cómodo que hay: el Elisa.
Junto a Perazza y Berthier descubrí un poco de Italia, el mundo de la producción y el del mobiliario.
Recuerdo una empresa con una creatividad desbordante, apasionada por la innovación más que por el negocio o la fama. Gracias al entusiasmo de Perazza y a la generosidad de Berthier, algunos años más tarde pude desarrollar con Magis algunos proyectos, a veces un poco destartalados ;-).
¡Una oportunidad inesperada para un joven diseñador, la de contar con la atención y la confianza de una empresa!
Magis siempre ha seguido un camino singular, lejos de sendas trilladas, tendencias o estrategias comerciales, siempre con formas inesperadas.
Ha sabido tomar lo mejor de las colaboraciones con los diseñadores, a veces ya famosos, empujándolos siempre más allá de sus propios límites, con generosidad.
Me alegro de que tras todos estos años Magis haya podido encontrar su madurez, su público y su legítimo lugar entre las empresas que más influencia ejercen en el mundo del diseño contemporáneo.
¡Gracias, Perazza, por tu locura!
Felicidades a Alberto, Barbara y a todo el equipo por el camino andado.